"La relación de amistad de Vandenbroele como representante de la ex Ciccone no se limita solamente a Boudou", advirtió la diputada del GEN. Acusó al ministro Alak de ser "funcional al entramado de negocios". Y dijo que por eso lo citaron al Congreso.
La diputada por el GEN Margarita Stolbizer sostuvo hoy que el motivo por el que el Gobierno "encubre" al vicepresidente Amado Boudou en el caso Ciccone es que "el tema involucra a muchísimas personas". Y, en ese marco, acusó al ministro de Justicia, Julio Alak, de ser "funcional" al presunto "entramado de negocios" montado con la empresa a la que el Ejecutivo le adjudicó un millonario contrato para la impresión de billetes.
"Hay una actitud muy clara por parte de los más altos mandos del Gobierno que es tapar la cuestión, encubrir a Boudou, incluso al riesgo de la complicidad, y tratar de bajar el tema, porque el tema es sumamente grave e involucra a muchísimas personas", afirmó la legisladora opositora en declaraciones que difundió la agencia de noticias DyN.
"Uno va viendo la gran ramificación de relaciones. Ya la relación de amistad de (Alejandro) Vandenbroele como representante de la empresa ex Ciccone no se limita solamente a Boudou", agregó la diputada.
Sobre el pedido que hizo su bancada para que Alak responda sobre el caso Ciccone en el Congreso, comentó: "Hemos denunciado de qué manera en el Ministerio de Justicia, a través del ente cooperador que es ACARA, la Asociación de Concesionarios de Autos, también se beneficia a Ciccone en lo que es la provisión de patentes para autos".
Pero Stolbizer dijo que también pretenden preguntarle a Alak sobre "el origen de los fondos" que permitieron levantar la quiebra de la ex Ciccone –hoy CVS- a través de la compañía The Old Fund, de la que públicamente se ignora a quién pertenece. "No puede ser que a esta altura que no se sepa quiénes son los dueños de esa empresa y de dónde vienen son los fondos", cuestionó.
Con respecto al fondo del asunto, la diputada advirtió que "aunque no se probaran las relaciones de amistad (entre Boudou y Vanderbroele), se debería avanzar en la investigación y el procesamiento" porque "es clarísimo como se han direccionado las decisiones y resoluciones del estado para favorecer a esa empresa". "Con que se demuestre el interés de un funcionario en un expediente que está bajo su competencia, el delito queda configurado", advirtió.
En los últimos meses surgieron cada vez más datos sobre los vínculos entre el vicepresidente y el titular de la ex Ciccone, mientras la imprenta comenzaba con la impresión de billetes que le fue adjudicado por un millonario contrato directo y que quedará trunco, ya que por problemas técnicos se encargará solo de una parte del proceso, mientras que la más importante (la impresión calcográfica) la terminará la Casa de la Moneda.
Un directivo de Ciccone fue jefe de Boudou
Jorge Enrique Capirone, el primer ejecutivo que desembarcó en la actual Ciccone Calcográfica junto con Alejandro Vandenbroele, fue antes jefe del vicepresidente Amado Boudou. Tuvo además negocios con José María Núñez Carmona, el más íntimo amigo de Boudou, padrino de su casamiento, testigo de su divorcio y su socio comercial, según consta en documentos presentados ante la Inspección General de Justicia (IGJ).
Abogado y contador de Mar del Plata, Capirone asumió como vicepresidente en la nueva Ciccone el 21 de octubre de 2010. Pero 15 años antes, en 1995, fue junto con Núñez Carmona socio de la firma recolectora de residuos Ecoplata. Entre 1995 y 1998, Boudou fue gerente de proyectos, primero, y su gerente general, después, de acuerdo con el currículum vítae que presentó ante el Consejo Profesional de Ciencias Económicas porteño.
El vínculo directo entre Boudou, Núñez Carmona y Capirone se suma así a los numerosos indicios acumulados sobre su relación con Vandenbroele -a quien dice desconocer- y con la nueva Ciccone, a la que ayudó a conseguir una moratoria excepcional de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Constituida en junio de 1995, Ecoplata se armó con acciones al portador. Pero después de un cambio normativo que forzó a las sociedades a informar su composición accionaria, celebró una asamblea general extraordinaria el 13 de septiembre de ese mismo año para reformar su estatuto y detallar quiénes eran sus propietarios.
Así, aparecieron como dueños los empresarios marplatenses Oscar Allonca (con el 58 por ciento de las acciones y el cargo de vicepresidente) y Fernando Piovano (con el 29 por ciento, presidente), junto con Núñez Carmona (con el 10 por ciento, director suplente) y Capirone (con el 3 por ciento restante, síndico titular). Este se abocó además al asesoramiento contable y societario de la firma. Incluso, acompañó a sus socios en otro proyecto, el de llevar la televisión por cable a Pinamar, a donde iba todos los jueves.
Boudou también se sumó a Ecoplata , aunque nunca accedió a un porcentaje de las acciones. Venía de trabajar en la recolectora de residuos de Mar del Plata, Venturino Eshiur SA, según indicó en el currículum que entregó al Concejo Profesional de Ciencias Económicas mientras era gerente general de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Esa empresa, Venturino, quebró con él como su gerente general.
Ya en Ecoplata, en tanto, Boudou primero trabajó "como Proyect [sic] Manager", lo que -según explicó en su currículum- implicó representar a la firma ante las autoridades de Villa Gesell y Pinamar, y competir por los contratos de recolección de residuos en ambos municipios en 1995 y 1996.
Casi en simultáneo, sin embargo, el actual vicepresidente también trabajó para ambos municipios, según su currículum. En Villa Gesell se encargó de un proyecto para un "centro de transferencias de cargas", mientras que en Pinamar se ocupó de un rediseño de la tasa de alumbrado, barrido y limpieza, en 1996 -el año en que Ecoplata ganó la licitación-, y del proyecto sobre "disposición final de residuos", un año después.
Uno sigue, otro no
Ya como su gerente general, Boudou continuó en Ecoplata hasta 1998, cuando se marchó a la Gerencia de Presupuesto y Control de Gestión de la Anses. Al cerrar su paso por la empresa, Capirone y Núñez Carmona continuaban como socios minoritarios de Allonca y Piovano.
De hecho, ambos continuaron en Ecoplata después de la asamblea de accionistas celebrada el 9 de abril de 1999, en la que se aumentó el capital con aportes irrevocables y en efectivo, y se modificó el porcentaje accionario de cada uno. Piovano y Allonca se quedaron con el control total (con el 48,99% cada uno), mientras que el socio de Boudou retuvo el 1,552%, y Capirone, el 0,465% restante.
Ecoplata, sin embargo, quedó envuelta en una pelea entre Núñez Carmona y Piovano que terminó en un juicio millonario, que ganó el amigo de Boudou, quien también se presentó a cobrar en un estudio jurídico de Buenos Aires en nombre de una de las sociedades que comparten (de lo que se informa por separado).
Para 2002, Capirone y Núñez Carmona ya estaban fuera de Ecoplata, según reconstruyó LA NACION de dos protagonistas directos y otros dos colaboradores de aquella firma. Sólo volvieron a reencontrarse ocho años después, lejos de Mar del Plata.
Periodistas intentaron contactar a Capirone durante las últimas semanas, pero no respondió la consulta. En su oficina de la calle Alem 2902 de Mar del Plata, al indicar el motivo de la requisitoria, la réplica de un allegado fue tajante: "No lo molestes".
El vínculo laboral entre Boudou, Núñez Carmona y el primer vicepresidente de la nueva Ciccone -cargo que retuvo durante nueve meses- se suma así a otros indicios convergentes sobre el rol del entonces ministro de Economía en el renacer de la imprenta. Tanto sobre Vandenbroele -que pagó las expensas, el cable y el teléfono en el departamento de Boudou-, como sobre la firma controlante de la ex Ciccone, The Old Fund, que pagó 19 viajes de Núñez Carmona y cuatro pasajes para Juan Bautista Boudou, a través de una agente de viajes que fue, durante una década, la pareja del vicepresidente.
LOS ENTRAÑABLES LAZOS ENTRE "DOS EXTRAÑOS"
El departamento
Vandenbroele pagaba las expensas y tuvo a su nombre el teléfono y el cable de un departamento que es propiedad de Boudou en Puerto Madero. En teoría, el inquilino es un amigo de Vandenbroele que vive en España.
Los viajes
The Old Fund, la sociedad que preside Vandenbroele y que controla a la nueva Ciccone, pagó 2 viajes del hermano de Boudou y 19 de Núñez Carmona, socio y amigo del vicepresidente.
Los otros socios
Sergio Martínez, que figuró como accionista de The Old Fund, participó en empresas cuya dirección registrada coincide con las sociedades que Boudou declara como propias. Además, Jorge Capirone, que fue el número dos de Vandenbroele en Ciccone, tuvo como empleado a Boudou en los 90.
Los aportantes
La empresa que puso el dinero para levantar la quiebra de Ciccone fue London Supply. Tiene como accionista a Miguel Castellanos, amigo del hermano de Boudou y vecino del vicepresidente.
La ayudita
Boudou firmó una carta como ministro de Economía para recomendarle a la AFIP que aprobara una moratoria extraordinaria a Vandenbroele. No hay antecedentes de una gestión así.
Alejandro Vandenbroele
Directivo de la ex Ciccone
Profesión: abogado
Edad: 41
Su esposa, Laura Muñoz, hizo estallar el escándalo cuando lo denunció como "testaferro" de Boudou. El negó en una solicitada tener relación con el actual vicepresidente. Es presidente de The Old Fund, la empresa que controla la nueva Ciccone, de la que es su cara visible.
Amado Boudou
Vicepresidente de la Nación
Profesión: economista
Edad: 48
Desde que empezó el caso Ciccone dijo que no conoce a Vandenbroele y que jamás hizo gestiones para ayudar a la imprenta Ciccone desde que cambiaron sus dueños. Lo investiga la Justicia por negociaciones incompatibles con su función y lavado de dinero.
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